Roland Topor (París, 1938-1997) fue un ilustrador, dibujante, pintor, escritor y cineasta francés,
de origen judío polaco, conocido por el carácter surrealista y voluntario de
sus obras. Perteneció al Grupo Pánico, junto a Alejandro Jodorowsky y Fernando
Arrabal.
Sus obras se caracterizan por
un marcado humor negro y una idiosincrasia surrealista. Su libro más conocido y
traducido es la novela El quimérico inqulino (Le Locataire chimérique, 1964)
llevada al cine por Roman Polanski en 1976.
Hijo del pintor polaco
nacionalizado francés Abram Topor (Varsovia, 1903 - París, 1992) -formado en la
Academia de Bellas Artes de Varsovia-, Roland Topor heredó de su padre el
talento por el dibujo y la pintura, los retratos y las caricaturas, así como el
gusto por lo grotesco, de clara raigambre judeopolaca. Pasó sus primeros años
en París; luego en Saboya, donde junto a sus padres, inmigrantes judíos
polacos, se ocultaron durante la ocupación nazi.
Estudió en la Escuela de las
Bellas Artes de París, colaboró en el periódico Hara-Kiri y compartió su
sentido del humor negro, ácido y cínico, pero también una vena más rosa, en la
revista Elle. Fue uno de los creadores en 1962 del Grupo Pánico con Fernando
Arrabal, Olivier O. Olivier, Alejandro Jodorowsky y Jacques Sternberg.
De izquierda a derecha: Alejandro Jodorowsky, Jacques Sternberg, Fedorov, Fernando Arrabal, Roland Topor, Luce Moreau (esposa de Arrabal) y Toyen. |
Apareció en algunos papeles
secundarios del cine. Su faceta de comediante alcanza la excelencia en la
película de Werner Herzog, Nosferatu: Phantom der Nacht al lado de Isabelle
Adjani y Klaus Kinski.
Con Enrique Xhonneux emprende
una adaptación de la vida del Marqués de Sade en Marquis, de 1988, presentada
al público el año siguiente, en el momento de la celebración del bicentenario
de la Revolución francesa. La obra, únicamente interpretada por actores con
máscaras que representaban a animales (e incluso al miembro viril del propio
Sade), desconcertó a la crítica y a los espectadores. Pasado el tiempo, Marqués
se ha erigido como una película de culto.
Además de sus trabajos en
televisión (Téléchat: 156 episodios para niños con Henri Xhonneux), fue un
autor de teatro, original y poderoso. Vinci tenía razón fue una obra que creó
un escándalo inmenso en Bélgica en el momento de su creación.
Trabajó muchas veces
con su amigo Jerónimo Savary en Las Aventuras de Zartan o De Moisés a Mao y
creó en 1992, a la vez, la puesta en escena, los decorados y los trajes de Ubú
rey en el Teatro Nacional de Chaillot, en París.
Fue autor de El invierno bajo la mesa, representada en Bruselas en 1996,
para la cual Topor realizó la puesta en escena y diseñó la escenografía y el
vestuario.
"El Invierno bajo la mesa", de Teatro El Mercado. |
Roland Topor deja una obra
abundante, original y genial.
(c) Raúl Muñoz, 2012